Ciudadanía romana era
una posición social privilegiada en relación con las leyes, estatus social,
propiedad y acceso a posiciones de gobierno, que se otorgaba a ciertos
individuos a lo largo de la historia de la Antigua Roma.
Sin embargo, la ciudadanía
romana, siendo también un derecho exclusivo e incompatible con otras
ciudadanías, mantuvo siempre una concesión "salvo iure gentis", lo
que permitió que aquellos que la recibían no quedasen por completo
desvinculados de sus comunidades primigenias.
A lo largo del
desarrollo histórico de la República y los primeros tiempos del Imperio el
concepto de ciudadanía en todas sus variantes resulta clave para comprender
muchos de los factores que influyeron en la evolución de la sociedad romana y
los profundos cambios que ésta sufrió a medida que la Urbe afianzaba su control
sobre el Mediterráneo. Debemos partir de la base de que este concepto de
ciudadano es completamente diferente en el mundo romano que en el de otras
culturas contemporáneas.
19 de Marzo de 2020
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